El asma es una enfermedad crónica. Eso significa que una vez que lo tienes, probablemente lo tengas de por vida. Las personas con asma tienen sensibilizadas las vías respiratorias. Eso significa que se inflaman e hinchan más fácilmente. Ciertos desencadenantes del asma como el polen, la caspa de mascotas, los ácaros, el tabaco, el humo y el moho, pueden provocar que los músculos de las vías respiratorias se contraigan. Al mismo tiempo, las vías respiratorias pueden producir una gran cantidad de moco. Cualquiera de estos factores puede dificultar la respiración de las personas que sufren asma.